Tres avances tecnológicos de los que nos hemos aprovechado los fotógrafos

Tres avances tecnológicos de los que nos hemos aprovechado los fotógrafos
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Foto de Ambuj Saxena

La tecnología es algo que a diario avanza, encontrándonos cada día con más gadgets que llevamos encima cada día, más dispositivos que nos hacen la vida más fácil y sobretodo, tecnología que nos ayuda a hacer nuestro trabajo de una manera más rápida y eficiente. Entre toda esta nueva tecnología, siempre hay cosas que se aplican a un aspecto en concreto y al que nosotros nos concierne, la fotografía.

El gran paso adelante de la fotografía, es sin duda el cambio de la fotografía analógica y química, a la fotografía digital que conocemos hoy en día. Pero sin embargo, sin algunos avances tecnológicos clave de los que la fotografía se ha aprovechado, no habría sido posible el cambio de mentalidad y de tecnología fotográfica.

Como pequeño resumen, porque seguro que nos dejamos cosas en el tintero, vamos a nombrar tres de los avances tecnológicos que la fotografía ha aprovechado para hacer la vida más fácil al fotógrafo.

USB

Es muy habitual pensar en que digital es igual a un ordenador y no es erróneo, pero si incompleto. Una cámara digital sin la conectividad a un ordenador y la tecnología que es necesaria para que al conectarla, sea detectada y se puedan extraer las fotos sin tener que instalar ningún tipo de driver o programa (Plug & Play), no habría tenido mucho futuro.

Es gracias a la llegada del USB (Universal Serial Bus), que trajo al mundo de las cámaras digitales la posibilidad de que de una manera fácil, rápida y sencilla conectemos la cámara a un ordenador.

Actualmente tenemos estandarizada la versión 2.0 del USB, pero ya está en la calle e implantándose poco a poco la versión 3.0, que aumenta las velocidades de transferencia diez veces, lo que nos daría una velocidad máxima de transferencia de 4,8Gb/s (gigabits por segundo).

Memoria flash

Foto de Uwe Hermann

Las memorias flash

Sin ir más lejos, una cámara digital tampoco habría servido de mucho, sin el lugar en el que almacenar las fotografías, ya que dejando de lado el carrete analógico y los discos duros, por la energía y poco seguros que son en movimiento, las memorias flash dieron un empujón brutal al cambio.

Aunque en el mercado hay muchos tipos de tarjetas de memoria flash, la más usada hoy en día es la SD (Secure Digital), ya que está presente en practicamente todas las cámaras compactas, EVIL, ultrazoom y réflex. Sin embargo, al ser bastante frágiles, las gamas profesionales de réflex, acostumbran a utilizar las Compact Flash que tienen una estructura mucho más robusta.

Y como no, también están en constante evolución, consiguiendo que las velocidades de transferencia se incrementen hasta límites insospechados, así como también incrementa la capacidad de almacenaje de las mismas.

La revolución de la telefonía móvil

Los smartphone han llevado a nuestro bolsillo en muchas ocasiones una cámara compacta, con la que poder tomar fotos en segundos y sin tener que cargar con cámaras más grandes. La evolución de las lentes y los sensores de tamaños tan pequeños, han hecho que esto sea una realidad y que se vislumbre una tendencia de desaparición de las cámaras compactas en favor de los teléfonos-cámara, aunque puede que sea pensar demasiado.

Además de darnos la versatilidad y el handicap de llevar siempre encima el teléfono, si a esto le sumamos el desarrollo de aplicaciones de procesado fotográfico, tenemos un mini estudio fotográfico encima. Sin duda, algo que hace tan solo cinco años, era impensable y tenemos que dar las gracias por ello, a las compañías que diseñan los sistemas operativos para teléfonos móviles.

Vía | Photofocus

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