La fotografía contemporánea o el traje nuevo del emperador

Hoy se ha inaugurado la exposición 'Empieza por el principio… Y sigue hasta llegar al final: allí te paras' en CentroCentro. Entra dentro de la famosa Carta blanca de PhotoEspaña que este año ha recaído en Cristina de Middel. La idea es reunir a doce autores que han optado por la experimentación y la fusión de la fotografía con otros lenguajes.

La exposición podemos verla en el ayuntamiento de Madrid, uno de los centros culturales más llamativos de la ciudad, dentro de PhotoEspaña 2018. Fue hace un año cuando Alberto García Alix nos sorprendió a propios y extraños con el montaje del estremecedor 'Café Lehmitz' de Anders Petersen y la dura 'Pistas de baile' de Teresa Margolles. Fue cuando a él le dieron la carta blanca, un honor que te permite exponer lo que tú quieras; confían en tu criterio y en tus gustos. Muchos recordamos todavía aquella exposición...

Pero en esta ocasión nos encontramos ante un juego. Una partida en la que si no entiendes nada, como ha asegurado la comisaria Hester Keijser (elegida por Cristina de Middel y experta en el mundo de los fotolibros que gestiona el blog The Independent Photo Book), no pasa absolutamente nada porque estamos ante un divertimento, como indica la frase de 'Alicia en el país de las maravillas' que da nombre a lo que vemos en la quinta planta.

El fondo de la exposición

En todo momento se ha recordado a los asistentes que lo que íbamos a ver en las salas no era otra cosa que un juego que no había que entender. Hay dos equipos, uno de Holanda y otro de Suiza. Cada equipo tiene seis jugadores. El campo es la sala y su mitad lo indican unas proyecciones de Roman Signer. Los integrantes son los holandeses Ruth van Beek, Lana Mesić, Uta Eisenreich, Anne Geene, Jan van der Til e Isabelle Wenzel; y los suizos Ester Vonplon, Augustin Rebetez, Magdalena Baranya, Stephane Winter, Rachele Maistrello y Thomas Rousset.

Al finalizar la exposición el visitante, desconcertado ante tanto ingenio y diversión, tendrá que decidir quién ha ganado la partida y podrá incluso votar en una graciosa urna. Todo son risas, de principio a fin. O al menos esa la intención de la comisaria y Cristina de Middel, que incluso proponen jugar a la rayuela o montar en un columpio para meterse más en el asunto.

De uno a otro confín de las paredes vamos viendo diferentes intervenciones donde la fotografía es el cuerpo en el que se desarrollan las ideas de los autores, como dice Cristina de Middel:

al mirar hacia fuera y tratar de identificar los países en los que se juega más y mejor en términos fotográficos, es fácil ver cómo destacan Suiza y Holanda. Quizá por su sistema formativo o porque allí la fotografía ya no se cuestiona cómo Arte, los autores que destacan parecen poner el listón muy alto en lo que a inventiva se refiere. No podía faltar entonces una propuesta que, a través de una estructura expositiva lúdica, ofreciese una plataforma para que desarrollasen todo su potencial. Esta exposición nos trae lo mejor de cada casa, casi un festival dentro del festival, una Carta Blanca dentro de la Carta Blanca y sin duda un experimento cuyo resultado bien podría remover las bases de lo que muchos pensamos que es, o debería ser, la fotografía.

Desde luego la intención es buena. Y la idea, el concepto, se podría juzgar como brillante. Qué bueno es tener grandes ideas. El problema es saber plasmarlas.

La fotografía contemporánea o el traje nuevo del emperador

Mi impresión personal de la exposición no ha sido buena. Creo que la imagen tiene que entrar por los ojos. No necesita explicaciones. El concepto viene después. La obligación del autor es dominar la técnica y ser capaz de expresarse con el lenguaje fotográfico. Puedes escribir si dominas la lengua. Puedes pintar si entiendes el color. Puedes fotografiar si controlas la cámara fotográfica. Y eso no sucede aquí. Es un juego, pero es que hay unas reglas.

La imagen es primordial. La moda del concepto que nos invade ha llevado a pensar que no hay nada más importante. Y que si adornamos los papeles colgados de la pared con un texto grandilocuente todo vale. Voy a poner unos cuántos ejemplos:

• ...El punto de partida del trabajo de Ruth van Beek es su archivo de fotografías, que se encuentra en constante expansión...
• ...Todas las obras seleccionadas para la exposición se centran en el hecho de asumir riesgos y en la forma en la que gestionamos la inestabilidad que generamos al hacerlo...
• ...Towers se centra en nuestra ilusión colectiva de que el fracaso es algo malo, en vez de algo que deberíamos aceptar en todo su esplendor y tomar como punto de partida para preguntarnos por qué ser improductivo se ha convertido hasta tal punto en un pecado capital...
• ...Se centra en la coincidencia más que en la certeza o la repetibilidad, en el lugar que ocupan las plantas en la sociedad humana más que en sus propios hábitats y en la transformación de estos organismos en piezas de museo...
• ... La obra de Jan var der Til utiliza formas muy diversas de expresión; a veces es anónima y cuestiona los conceptos de autoría, de originalidad, significado y contexto. Los límites entre obra. original y copia han ido desapareciendo de forma gradual....
• ... Me estiré hacia delante. Experimenté una sensación de pesadez. Me sentí abrumada ante todas las opciones posibles...

Podría seguir y reproducir todas las cartelas escondidas para tratar de entender qué estoy viendo: imágenes desenfocadas, rotas, movidas, manipuladas, grandes, pequeñas... Desde el principio dijeron que es un juego, que nada tiene sentido. ¿Quieren que el espectador se sienta engañado? ¿Quieren que piensen que la fotografía ha terminado? ¿Desean decir que cualquier cosa es una fotografía? ¿De verdad vale cualquier cosa para expresar una idea?

La fotografía no debería jugar con la intelectualidad. Mejor dicho, no debería camuflarse en ella. A la fotografía no le bastan las relaciones públicas. Ser fotógrafo no es una pose simpática. No tiene sentido repetir lo que ya hicieron los surrealistas. Ya no es reaccionario colgar un cartel en el que dicen que no hay obras colgadas por nuestra seguridad. Ya no.

Quizás todo lo que vemos sea el juego secreto y sin sentido de la novela de Carroll. Pero como ya he dicho antes, con las ideas no basta. Hay que saber expresarse y atraer al público con la mirada. Lo que vemos no deja en buen lugar a la fotografía. Salvo que queramos divertirnos...

‘Empieza por el principio… Y sigue hasta llegar al final: allí te paras’

del 5 de junio del 2018

CentroCentro Cibeles

Plaza de Cibeles, 1, 28014, Madrid

Entrada: Libre hasta completar aforo.

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