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La Fórmula 1 retratada con una cámara de 1913 revive el sabor de la fotografía clásica

La Fórmula 1 retratada con una cámara de 1913 revive el sabor de la fotografía clásica
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En un momento en el que las prisas, los automatismos y la inteligencia artificial parecen haber invadido la escena fotográfica para convertirla en un desguace, se agradece que alguien invierta tiempo, técnica y conocimientos en hacer fotografía de verdad, de la que huele a químico y no usa filtros de blanco y negro.

Seguramente si hablamos de automovilismo y de fotografía de principios del Siglo XX la imagen que nos viene a la cabeza es la de aquel coche con el número seis que competía en el "Grand Prix de l'ACF, Automobile Delage" y que Jacques-Henri Lartigue inmortalizó en 1912.

Pero desde entonces hasta ahora el automovilismo y la fotografía han cambiado tanto que cualquier parecido entre unas y otras es pura coincidencia. Pero su evolución mantiene ciertos paralelismos, del "todo manual y mecánico" de los primeros años al "todo automático" de ahora, de la inversión en tiempo y esfuerzo que necesitabas antes para manejar tanto un coche como una cámara de fotos hasta la simplicísima facilidad de uso de las máquinas para que cualquiera pueda manejarlas.

 

Si la inmediatez y el aquí y ahora cobran una relevancia trascendental es en el mundo de la comunicación. Lo que pasa debe conocerse de manera instantánea en todos los rincones del mundo, si no la noticia, como La Casera, pierde gas.

Joshua Paul y la revista Lollipop parecen haber formado un tándem perfecto, el fotógrafo dispara sin prisa y se toma su tiempo para revelar y la revista no presiona ni exige que les envíen las fotos inmediatamente mientras las dispara.

 

La personalidad de las fotografías antiguas, el desenfoque y el glorioso blanco y negro enamoraron al fotógrafo cuando vio en una revista un reportaje de la carrera de Indy 500 de 1969. Seguramente podría haber copiado la estética aplicando filtros, pero decidió que lo mejor sería recuperar ese espíritu de principios de siglo.

 

Paul utiliza una Graflex Super 4×5, debe ser muy interesante verle trabajar rodeado de fotógrafos con teleobjetivos gigantes, que van corriendo de un piloto a otro y que en apenas diez segundos han hecho 100 tomas de las que tienen que escoger una para enviar a la revista.

Vía | Lollipop en Instagram

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