En fotografía hablar de planos quiere expresar la proporción que tiene el tema dentro del encuadre, los cuales en gran medida nos indican que porción de la imagen debe aparecer en la toma y cuales son los mejores cortes que se pueden realizar sin que se descuide la proporción adecuada y que la misma conserve la estética de la imagen.
En efecto, esta es la definición más usada en fotografía, pero… no demasiadas veces nos hacemos eco de las sensaciones que generan esos planos y lo que ocurre cuando inclinamos el punto de vista de los mismos.
Fotográficamente los planos cenitales se están haciendo un gran hueco en la escena conceptual; pues cada vez es más usual encontrar obras conceptual descriptivas dentro del sector fotográfico (valga la redundancia). Y es que, este tipo de vistas siempre han sido más típicas de fotografías aéreas, de paisajes, etc…
En este caso, el fotógrafo alemán, Michael H. Rohde ha querido eliminar el suelo y hacer justamente lo contrario que se realiza hoy día con los planos cenitales; describiendo las escenas pero desde abajo. En fotografía la realización de planos nadir (nombre con el que se conoce al plano contrario al cenital), suele ser poco común para la descripción; ya que aberra en exceso la escena y puede aportar menos información que un plano cenital (hasta el punto de desorientar en vez de colocar en escena); eso si, hay que reconocer que transmite una cantidad ingente de emociones y sensaciones que sería imposible conseguir por parte de otra tipología de planos.
Las fotografías nos muestras habitaciones de una casa vistas desde el suelo, o sea como si no hubiera piso y estuviéramos fotografiando desde una planta baja los lugares. Una muestra más del ingenio y de las posibilidades que alberga la fotografía.
Via | iGNANT
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