Cristina García Rodero, una lección de amor por la fotografía

Cristina García Rodero, una lección de amor por la fotografía
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Lo sé, estuvimos hace poco con ella en la inauguración de su exposición en el Centro de Arte Alcobendas pero, cuando de pronto asistes a una charla y en un par de horas se para el mundo porque está dando una lección de lo que significa la fotografía en su vida y de lo que es llevar a cabo un trabajo desde la pasión y el tesón, no queda otra que volver a su persona y contarlo.

Ayer estuvimos en la Escuela Blank Paper, en la charla abierta que dio Cristina García Rodero ante un público que no perdió el rastro de sus palabras en ningún momento, ensimismados, como lo hacen los niños alrededor de una hoguera mientras les cuentan un cuento. Afortunadamente lo que nos contó no fue un cuento. Fue la historia de su vida.

Creer en uno mismo

Cuando nos sentimos bloqueados, no nos viene la inspiración, reconforta escuchar a esta grande de la fotografía con la naturalidad que nos cuenta cómo llegó al medio fotográfico; cómo trabajaba de profesora para poder financiarse en vacaciones sus viajes en los que fue configurando "La España oculta"; cómo se documentaba sobre las romerías y festividades de los pueblos a través de las conversaciones con los lugareños o las llamadas a los ayuntamientos; cómo combatía su timidez, se enfrentaba al miedo y escondía las lágrimas de la emoción y dolor con su cámara; cómo estuvo 15 años volviendo a los mismos lugares y descubriendo otros nuevos; y cómo no paró hasta conseguir darle una salida a esas imágenes en forma de libro. Todas esas experiencias, toda esa constancia y todo ese creer en lo que estaba haciendo, es lo que la ha llevado a ser la fotógrafa que es hoy y que a su vez sigue siendo fuente de inspiración para la nuevas generaciones.

También nos confesó que le encanta ver el trabajo de otros autores, que disfruta viendo fotografía cuando es buena, independientemente de la temática. Por ello, como nos contó, su postulado para entrar en la Agencia Magnum fue motivado por la oportunidad de poder estar rodeada de los grandes maestros de la fotografía y porque además es una institución en la cual cuidarían muy bien su trabajo.

Aunque dice que se siente pintora y que en un futuro le gustaría retomarlo, aún está activa como fotógrafa, su próximo viaje será la India, para retratarla en color, porque como todos pensamos, un país de ese colorido es imposible pensarlo en blanco y negro. Y lo hará con la misma pasión que el primer día. Porque si algo tiene Cristina García Rodero, es un profundo amor por esta disciplina. Algo que se contagia cuando se está con ella, porque sus palabras arrojan luz en momentos de tiniebla creativa.

Tener constancia, valor, creer en uno mismo, hacerlo desde la humildad, no perder jamás las ganas de aprender, no pensar que ya se sabe todo porque la vida nos sorprende a cada paso, luchar por darle salida a nuestro trabajo. Todas estas son las claves para poder ser buenos fotógrafos. Porque muchas veces nos obcecamos es que debemos ser originales, pero como hablaba hace unos días con Julián Barón, todos somos originales, somos únicos cuando expresamos desde dentro, desde lo que sentimos. Y éso precisamente es lo que ha hecho Rodero toda su vida.

En Xataka Foto | Cristina García Rodero, Combatiendo la nada en el Centro de Arte Alcobendas

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