Pilar Aymerich y el verdadero sentido del Premio Nacional de Fotografía

Pilar Aymerich y el verdadero sentido del Premio Nacional de Fotografía

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Pilar Aymerich y el verdadero sentido del Premio Nacional de Fotografía

El Premio Nacional de Fotografía ha sido este año para Pilar Aymerich, una fotógrafa desconocida para muchos que se ha convertido en una agradable sorpresa. Ha tenido una acogida mucho más positiva en las redes frente a la polémica que surgió el año pasado, cuando el premio fue para una fotógrafa también desconocida para el gran público.

Pilar Aymerich es un descubrimiento. Una fotógrafa que lleva con la cámara al hombro desde los años 60 que ha visto reconocida su carrera con 78 años. Fotografía comprometida y directa, sin artificios y siempre cercana a los acontecimientos y personas que ha retratado a lo largo de más de 50 años.

No es una fotógrafa reconocida por el gran público. Pero si te adentras en su página web sorprende su trabajo. Y la crónica que escribió sobre ella Montserrat Roig, una famosa periodista y escritora catalana que luchó con ella en muchos frentes, es clave para entenderla:

Pilar Aymerich De su página web

Nunca me habría imaginado que no sé encararme con un nuevo personaje, si no tengo cerca a Pilar Aymerich.

Una mujer llena de personalidad que después de 50 años de trabajo ha decidido depositar su archivo en el Archivo Nacional de Catalunya, donde quedará protegido para las generaciones futuras.

Este premio es un reconocimiento al trabajo diario, al esfuerzo por contar historias con la convicción de querer cambiar las cosas y dar voz a los que no la tienen. Y sobre todo a la profesionalidad y calidad de sus imágenes.

El Premio Nacional de Fotografía para Pilar Aymerich

Hay muy poca información en las redes sobre la figura de Pilar Aymerich. Poco a poco vamos descubriendo más sobre ella, encontramos sus fotografías y empezamos a reconocer una mirada comprometida con sus ideas.

Nació en Barcelona en 1943. Y le tocó vivir la época gris de la dictadura en un colegio de monjas. Cuando salió de las clases, descubrió el mundo del teatro que le llevó a Londres, una revolución de color para alguien que vivía en España en aquellos años.

Y ese fue el motivo para engancharse con la fotografía,** la posibilidad de robarle al tiempo aquellas experiencias que no eran posibles todavía en España**. Cuando decidió volver era de las pocas mujeres fotógrafas que trabajaban. Colaboraba con todas las cabeceras, pero su entrada triunfal en el mundo profesional fueron los trabajos que realizó junto a la ya citada Montserrat Roig.

Pilar Aymerich De su página web

Entre las dos empezaron a documentar el mundo de la cultura catalana y todos los que empezaron a llegar del exilio durante los años 70. En sus fotografías siempre se ve a la gente en la calle, manifestándose, disfrutando, llorando y sobre todo viviendo. Pocas veces verás a los políticos en sus disparos.

El premio, según ha confesado en distintas entrevistas, le servirá para comprarse una cámara nueva.

La mirada de Pilar Aymerich

Llama la atención que en su página web todavía no figure el Premio Nacional. Puede que no le importe o simplemente no ha tenido tiempo. No parece que siga el camino de Colita, que lo rechazó.

Seguro que su trabajo empezará ahora a darse a conocer al gran público. Es el momento perfecto para que el Archivo Nacional de Catalunya aproveche el archivo que tiene en su poder y haga una exposición para redescubrirlo.

La exposición retrospectiva es una ocasión perfecta para el reconocimiento, pero es una costumbre que se ha perdido desde el año que se lo concedieron a Cristina de Middel.

La exposición retrospectiva es una ocasión perfecta para el reconocimiento, pero es una costumbre que se ha perdido desde el año que se lo concedieron a Cristina de Middel. Si no recuerdo mal, los últimos cuatro premiados no han tenido semejante alegría...

Pilar Aymerich De su página web

El trabajo de Pilar Aymerich es puro fotoperiodismo. Como ella misma dice pesca más que dispara. Como decía Doisneau... Espera a que la imagen suceda con mucha paciencia. Llegaba con tiempo, se integraba en lo que estaba pasando y no dejaba de tirar hasta que se iba el último protagonista.

Todo lo que se está viendo es en blanco y negro. Pero el color también lo domina. Solo hace falta ver los retratos de la intelectualidad catalana o sus recorridos por la arquitectura de Barcelona.

Dentro de su galería web solo hay 7 temas: Barcelona, Transición, Feminismo, Retratos, Teatro, La Habana y Gatos. Tres son en color. En el resto apuesta por el blanco y negro cercano al periodismo clásico.

No es una autora de imágenes épicas tomadas con ángulos imposibles. Es una profesional que mira de frente a la realidad para entenderla según sus vivencias y experiencias. De la misma forma que el propio Doisneau que ella nombra, o que otros autores españoles como Paco Junquera, Vicente López Tofiño o Carlos de Andrés.

El sentido del Premio Nacional de Fotografía

Hay que reconocer el trabajo bien hecho. El esfuerzo de toda una vida tiene que ser recompensado. También si te dedicas a la creación, como los fotógrafos.

El Premio Nacional ha sido polémico durante los últimos años. Y depende de tus gustos te puede entusiasmar o no. Y si intentas generar un debate, dando tus razones, los afines a ese premiado pueden lanzar sus hordas sin miramientos.

Pilar Aymerich De su página web

Todavía resuenan en mis oídos las respuestas virulentas que recibí por mi valoración del premio del año pasado a Ana Teresa Ortega Aznar. Entre muchas cosas, me dolió especialmente que me llamaran machista o que disfrutaba criticando a mujeres mayores… Los problemas de la falta de entendimiento en las redes. Y hablar sin conocer a las personas...

Pero este año todo el mundo parece estar de acuerdo con los méritos de Pilar Aymerich. ¿Por qué? Simplemente porque su trabajo es directo y sincero y se me merece el premio como reconocimiento a una obra fruto del esfuerzo durante muchos años.

A través de sus fotografías descubres cómo éramos. Su trabajo periodístico se ha convertido en un trabajo antropológico. Venimos de ahí y si entendemos lo que vemos, posiblemente entendamos un poco mejor cómo estamos ahora.

Este es el poder de Pilar Aymerich. Y por eso ha recibido el Premio Nacional de Fotografía 2021. Puede que a mucha gente no le guste. Seguro que a muchos nos ha sorprendido. Habrá quien lance proclamas políticas contra su obra por estar vinculada con el movimiento feminista. Pero ella es testigo de una época. Su cámara habló entonces y a nosotros nos queda la misión de interpretar esos disparos. ¿Qué pensáis de su trabajo?

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