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Nomenclaturas y convenciones sobre fotografía

Nomenclaturas y convenciones sobre fotografía
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Para los que escribimos en un blog de fotografía es vital saber que hablamos en el mismo lenguaje que vosotros, y que somos capaces de trasmitir el mensaje de la mejor manera posible. Cuando los artículos son muy técnicos, la precisión a veces choca con la retórica, y nos vemos obligados a buscar sinónimos, perífrasis o a dar todos los rodeos posibles para no aburriros con las mismas palabras una y otra vez.

Para evitar repetir una y otra vez las mismas discusiones (”una óptica es una tienda que vende gafas“, “todos los formatos son completos“, etc.), he querido aclarar algunas de las dudas más comunes sobre nomenclatura que podéis encontrar en nuestro blog, o en cualquier otro sobre la misma temática.

El formato de 35mm, los recortes y las equivalencias

Casi todos los fabricantes hablan de formato completo cuando se refieren a los sistemas de cámaras que utilizan un elemento sensible de 24×36mm, que coincide con la película de cine y fotografía más utilizada: los famosos carretes de 35mm.

Utilizando ese tamaño como referencia, se definen el resto de estándares más pequeños (como el APS-C, 1’5 o 1’6 veces menor) o más grandes (como el formato medio, del doble de tamaño). Para liar más la definición, también es común utilizarlo como base para comparar objetivos, encontrándonos con expresiones como que “un 18mm para APS-C que equivale a un 28mm“.

No abundaré en este tema porque ya lo hemos tratado en varias ocasiones, pero podemos resumirlo diciendo que estas “equivalencias“ son sólo artificios que nos ayudan a hacernos una idea rápida de qué podemos esperar de cada equipo.

Por lo general, podemos considerar por tanto que “formato completo“ es equivalente a “formato de 35mm“, y que cuando hablamos de “focal equivalente“ nos referimos a la distancia focal que, en el formato de 35mm, tendría un mismo ángulo de visión, y que se obtiene multiplicando por el “factor de recorte“ que tenga nuestro sistema.

Apurando aún más, si alguna vez se nos escapa indicar en qué formato trabaja un objetivo, y no podéis deducirlo por el contexto, suponer que hablamos siempre de sensores de 35mm.

Los objetivos, las ópticas y las lentes

Óptica

Hablando con propiedad, lo que le colocamos a nuestras cámaras por delante son y siempre habrán sido objetivos. En este caso, cuando queremos buscar sinónimos nos encontramos con una mezcla de figuras retóricas, propias de nuestro idioma, con los anglicismos que tanto abundan en las páginas de tecnología.

Así, hablar de lentes en este caso puede ser una simple metonimia (el todo a través de sus partes), pero también puede tratarse de una traducción deficiente del inglés lens, que deberíamos traducir por objetivo a no ser que nos resulte necesario.

Algo similar ocurre con la palabra óptica, que puede definir a la parte de la física que trata los fenómenos de la luz (importantísima para nosotros), y de manera indirecta a los elementos que utiliza. Con un poquito de imaginación, ya tenemos un nuevo sinónimo para nuestros objetivos.

Como en el punto anterior, nosotros utilizamos objetivo, lente y óptica indistintamente, aunque no hay ninguna duda de que la primera palabra es la más correcta.

Las cámaras sin espejo

Olympus E-P1

Dejando un poco de lado la linguística, y volviendo a la técnica, las cámaras sin espejo nos están trayendo más de un dolor de cabeza a los blogueros (término, por cierto, válido en español). Cuando nos referimos a las cámaras con objetivos intercambiables que han decidido no utilizar el espejo reflex, tenemos bastantes alternativas:

  • EVIL, del inglés Visor Electrónico Objetivos Intercambiables: En este caso la definición es muy clara, y contiene los principales elementos que definen estos equipos. El problema nos lo encontramos cuando pensamos en cámaras como la Olympus E-P1 o las NEX de Sony, que no disponen de visor electrónico ni tan siquiera de manera opcional.

  • CSC, del inglés Cámara Compacta de Sistema o Cámara de Sistema Compacto: Esta opción, que está ganando peso frente a la anterior, obvia el visor y se centra en indicar que la cámara pertenece a un sistema completo. Aunque puede ser más completa, puede llevar a errores a los novatos que no conozcan el uso en fotografía de la palabra “compacta” (que no tiene nada que ver con el tamaño), o “sistema”.

  • Cámaras sin espejo: Es quizá la manera más simple de hablar de estas cámaras, pero una vez más puede llevar a errores, ya que son muchísimas las cámaras sin espejo que no entran en la definición por no tener objetivos intercambiables (desde los móviles hasta las bridge de gama alta) o por usar otros sistemas de visualización y enfoque (como las telemétricas).

  • DSL (Digital de un Sólo Objetivo) o DSC (Cámara de Sistema Digital): Un amalgama de los anteriores, que surgen en el primero de los casos de recortar el término DSLR, que define a las reflex digitales.

Nosotros elegimos el primero de los términos para definir a la categoría por ser el que primero se popularizó, pero aquí me atrevería a decir que no hay una solución buena. Quizá sea más correcto CSC, pero arrasta el problema que siempre han llevado consigo las compactas: que el término hace referencia al tamaño, cuando el que sean pequeñas no es imprescindible para que entren en la categoría.

Espero que con este artículo quede un poco más claro cuál es la mejor manera de llamar a determinados elementos de nuestro equipo, pero también que a veces tenemos que hacer alguna concesión al rigor en favor de la redacción. Por mi parte os puedo asegurar que cada vez que me recriminéis por hablar de “milímetros equivalentes“ pienso devolveros un puntero a este post.

Fotos | Gonzalo Iza, Javier Azul y Rod RC, de nuestro Grupo de Flickr

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