Tabacalera. Exposición sobre los nuevos talentos de nuestra fotografía contemporánea. Una de las últimas salas, al fondo. Sobre la pared, varias fotografías que se me antojan de una década pasada. Llaman mi atención. Leo con calma, las fotografías y el texto. Cuentan la historia de una mujer. De Yolanda. La tía del fotógrafo Ignacio Navas.
Esas imágenes, de una profundísima búsqueda interior por parte de su autor a la memoria y los recuerdos de su tía, ahora forman parte del último fanzine de Ignacio Navas, el cual fue presentado hace unos días en la galería madrileña Ponce + Robles. De lo personal a lo universal sobre una enfermedad que azotó mundialmente a la humanidad: el SIDA.
Desde esa nostalgia que siempre ha despertado mi curiosidad en los proyectos fotográficos que se basan, en gran medida, por la recuperación de recuerdos a través de un material no fabricado en primera instancia por sus autores, aunque aquí haya también imágenes propias y una labor documental exquisita a través de las conversaciones con familiares, el trabajo de Ignacio Navas caló en mi piel desde ese momento en el cual me acerqué a las paredes de Tabacalera para observarlas de cerca.
En parte, y aunque no viví ninguna experiencia familiar parecida, las instantáneas estaban reflejando una imagen a la cual muchos de nosotros tenemos acceso si escarbamos en nuestra memoria. Ya sea por la estética del momento, ya sea por los lugares comunes que Yolanda visitó y nosotros también hemos visitado. Ello hace que la empatía hacia este trabajo se enfatice y que nos sintamos atraídos por rebuscar en nuestro pasado. Pero a la vez comprendamos el discurso de Navas y reflexionemos sobre la disciplina fotográfica situada en un contexto artístico.
Pero hablemos del Fanzine. Autoeditado con el apoyo del Archivo Municipal de Tudela y la Galería Ponce + Robles, se ha hecho una primera edición de 200 ejemplares en español y otros 200 en inglés. Para Ignacio Navas esta incursión en el mundo del Fanzine no es nueva, de hecho es uno de los máximos impulsores porque se reconozcan este tipo de revistas fotográficas en nuestro país, como ya pudimos observar en la exposición que tuvo lugar en la escuela Blank Paper hace unos meses.
Lo que Yolanda supone a nivel fotográfico
Me gustaría no obstante que nos quedásemos con varias preguntas (y/o respuestas) sobre "Yolanda". El porqué recuperar unas imágenes para devolver el recuerdo de una mujer a la cual apenas Navas conoció siendo niño. El hecho de llevar esas instantáneas, realizadas en su momento con una impronta doméstica impensable desde un punto de vista expositivo, a un espacio de arte. El valor que ello recoge al estar presentes en una galería o en un fanzine. Lo que supone a nivel de retrato de una parte de la historia del ser humano desde la perspectiva actual, pero con material de una época que ahora no nos pertenece más que en nuestras páginas pasadas.
Y todo ello como reflejo de las inquietudes de su autor por llevar a cabo un proyecto de esos que nacen de dentro, de una curiosidad que va más allá de los problemas que nos afectan de verlos solamente en las noticias. Un trabajo valiente de Ignacio Navas que desde aquí felicitamos y que deseamos se extrapole a sus nuevos trabajos, así como a la venta de las fotografías de sus anteriores "Linde" y "El norte", los cuales se mostraron durante el acto de presentación de "Yolanda" como fanzine.
Más información Ignacio Navas