Nikon ha vivido tiempos mejores. No cabe duda. Es evidente que las marcas «tradicionales» de fotografía no están atravesando su etapa de mayor fortaleza, una realidad que los resultados económicos que publicó Nikon a finales de marzo, que es cuando cierra el año fiscal, han puesto de manifiesto.
Al margen de las cifras, que a la mayor parte de nosotros no nos dicen absolutamente nada, lo interesante es saber que este último cierre del año fiscal ha sido el más bajo para Nikon de los últimos tres años. Y esta situación tendrá consecuencias: la compañía japonesa ya ha adelantado que afrontará una reestructuración que, entre otros cambios, afectará de lleno a la cúpula directiva de la compañía.
Según la propia firma, las ventas han caído un 9%, sobre todo en Europa y China, pero los beneficios se han incrementado en un 6% debido a que parece ser que Nikon ha conseguido optimizar los procesos de fabricación y reducir los costes.
Según sus propias estimaciones, la primera mitad del año fiscal que acaba de comenzar seguirá presentando unas condiciones desfavorables, pero la segunda mitad de este ejercicio será mejor. Veremos qué sucede, pero creo que todos estamos de acuerdo en que tanto Nikon como Canon tendrán que ser más ágiles y apostar por la innovación de una forma más contundente si quieren seguir siendo competitivas.
Vía | Nikon Rumors
Más información | Bloomberg
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