El mercado de la fotografía quizá aún no vive un escenario tan cambiante como el de la telefonía móvil, pero el panorama cada vez se parece más. De hecho, aquello de comprarse una cámara nueva y poder seguir considerándola como “último modelo” durante unos cuantos años hace tiempo que ya quedó obsoleto. Y claro, a ti como fotógrafo seguramente también te gusta presumir de tener “lo último”, pero ¿realmente necesitas una cámara nueva? ¿O sólo la quieres por capricho?
Es complicado, eso está claro, pero por mucho que los fabricantes se empeñen en renovar sus modelos cada poco tiempo, los fotógrafos (tanto pro como aficionados) tenemos que ser capaces de poner algo de raciocinio en ese tema. En líneas generales, una cámara fotográfica no es un producto que quede obsoleto en un año o dos, como un smartphone, por lo que ante la tentación de comprarnos una nueva debemos intentar tener claro si realmente necesitamos ese cambio o no.
Hace no mucho ya os dábamos una serie de razones para pensar si necesitas una cámara nueva y en esta ocasión le damos una vuelta al argumento para ofreceros una serie de preguntas que deberías hacerte si te estás planteando cambiar de modelo. Unas cuestiones que deberías tener muy en cuenta y consultar con la almohada antes de afrontar un gasto que a lo mejor es absurdo.
¿Realmente va a ser un gran cambio?
Es fácil verse tentado por las novedades que ofrece ese nuevo modelo que (probablemente) has visto anunciado en Xataka Foto pero ¿realmente cambia mucho respecto a lo que ya tienes? Una buena manera de comprobarlo es haciendo un listado de características de ambas cámaras y comparando para ver los pros (y los contras) que te puede suponer el cambio y así tratar de adivinar si la inversión va a merecer la pena.
Esto es especialmente interesante si lo que te estás planteando es cambiarte de marca o comprarte un tipo de cámara bastante diferente a lo que tenías (por ejemplo dar el salto desde una réflex a una sin espejo), en cuyo caso tienes que considerar variables múltiples como la calidad de imagen, el peso y tamaño, el tipo de visor o la autonomía.
La otra posibilidad más habitual es la de pasar de una compacta (o un móvil) a una réflex, un caso en el que seguramente sí que vas a notar un gran salto pero en el que también conviene plantearte ciertas cosas. Por ejemplo si estás dispuesto a cargar con un equipo bastante más pesado y si tus conocimientos en fotografía son suficientes para sacar provecho del nuevo equipo.
Si lo que te estás planteando es seguir con la misma cámara que tienes pero adquirir un modelo más moderno, es fácil que sus características sean muy similares y apenas haya algunos cambios, a menos que hayan pasado unos cuantos años (y con ellos probablemente varios modelos). De hecho, es habitual que de un modelo a otro las novedades sean mínimas, por lo que debes plantearte si el salto realmente te conviene.
Así, nuestra recomendación es que sólo te plantees este escenario si los cambios son muy significativos, y por significativo entendemos un cambio de sensor y poco más (básicamente aspectos muy concretos que puedan tener mucha influencia en tu forma de hacer fotos).
Sí, pero ¿harás mejores fotos con la nueva cámara?
A pesar de lo dicho en el apartado anterior, incluso aunque hayas comprobado con tu lista de pros y contras que las mejoras de la cámara que te gustaría tener respecto a la que tienes son importantes, deberías plantearte esta pregunta: ¿Qué es lo que no puedes hacer con tu actual cámara?
Para tratar de responderla puedes empezar planteándote si vas a seguir utilizando la nueva cámara para lo mismo que usabas la antigua, y en consecuencia si las nuevas características te van a ayudar a mejorar. Porque ¿realmente vas a necesitar hacer fotos a 6400 ISO o en RAW a 16 bits? ¿Haces fotos a sujetos en movimiento como para justificar el cambio sólo por un sistema de enfoque mejorado o una ráfaga más veloz?
Otro ejercicio que puedes llevar a cabo es revisar tus fotografías preferidas y pensar si podrías haberlas hecho mejor con el nuevo modelo que estás pensando comprarte. O incluso acordarte de esas tomas que no pudiste realizar y pensar si lo que falló fue la cámara (y no el fotógrafo).
¿Realmente vas a usar una cámara así?
Otra pregunta que te deberías hacer tiene que ver con la adecuación de la nueva cámara al tipo de fotografía que realizas. Aquí por supuesto nos metemos en un tema muy subjetivo, porque cada uno usa lo que quiere o puede y a nadie le vamos a decir que no se compre una cámara profesional (si se lo puede permitir) porque sólo la va a usar como aficionado. Sin embargo, no está de más pensar si te estás comprando algo a lo que realmente no le vas a sacar partido.
Por supuesto esta importante cuestión es más fácil de responder cuanto más experiencia tengas en el mundo de la fotografía, pero desde luego es algo que debería plantearse todo aquel que en un momento dado se plantee si comprarse una nueva cámara es una necesidad o un capricho. Algo de eso es lo que yo contaba en este artículo, en el que hablaba de la conveniencia o no de tener un modelo full frame cuando (salvo por mi trabajo en Xataka Foto) el tipo de fotografía que yo hago no va mucho más allá de una afición.
¿Se acabó el amor con tu cámara?
Las cámaras son, para muchos (entre los que me incluyo) algo precioso que además de magia tiene también bastante de objeto de deseo. Así, aunque te tire mucho ese flamante modelo que se acaba de anunciar no deberías olvidar que también estuviste enamorado de tu cámara actual, que también sentiste ese gusanillo al sacarla de la caja por primera vez, encenderla y escuchar el sonido de su obturador.
Si esto ocurrió hace no mucho, un año o dos como decíamos antes, ¿cómo es posible que ya no "ames" tu antigua cámara? No te dejes llevar por los cantos de sirena de lo novedoso, por el desenfreno de lanzamientos tecnológicos y piensa. Tu vieja cámara probablemente siga siendo igual de bonita y, al hilo lo que hemos venido diciendo, seguro que sigue haciendo buenas fotos (al menos tan buenas como las que has podido hacer hasta ahora) y aún tiene mucha vida útil.
¿No sería mejor invertir en ópticas?
Seguro que has oído mil veces que la mejor inversión que puedes hacer en fotografía es comprar objetivos de calidad, porque suelen mantener su valor a pesar del paso del tiempo. Pues bien, no es ninguna tontería y además de buena inversión hacerse con una nueva óptica puede paliar la necesidad de comprar una nueva cámara.
Porque, no nos vamos a engañar, una de las típicas excusas para adquirir un nuevo modelo es tener un sensor más capaz, con el que podamos obtener fotos más nítidas o disparar a sensibilidades más altas. Pues bien, eso lo podemos suplir con un objetivo más luminoso y con mayor resolución del que tengamos (sobre todo si somos novatos y sólo usamos el típico “kitero”). Algo que casi con toda seguridad nos permitirá aumentar la nitidez y disparar en entornos de baja iluminación.
¿Capricho o necesidad?
Terminamos ya volviendo a esta dicotomía que hemos repetido a lo largo del artículo. ¿Realmente necesitamos una cámara nueva o sólo la deseamos? ¿Son las novedades del modelo realmente importantes como para afectar en nuestros resultados? Y en el caso de ser novatos en el mundo réflex ¿tenemos conocimientos suficientes para sacar partido del nuevo modelo? ¿Tenemos tiempo para aprenderlos? ¿Vamos a utilizar la cámara o la tendremos guardada en un cajón?
En fin, preguntas todas ellas que creo deberías plantearte si te encuentras en esta situación. Y por supuesto deberías ser sincero contigo mismo para llegar a una conclusión. La nuestra es que a todos nos gusta lo último pero las cámaras no son objetos baratos, así que ante la tentación debemos preguntarnos si lo que tenemos no es suficiente.
Como siempre, esperamos que este artículo te sea útil y, por tanto, un poquito más fácil decidir cuál es tu situación. Eso sí, hagas lo que hagas, sobre todo disfruta de la fotografía.
En Xataka Foto | Estas son las razones por las que no necesitas comprarte una cámara más cara y La “guía definitiva” del fotógrafo novato para saber si necesita comprarse una cámara nueva
Foto de portada | Sam Walker
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