Yo no me caso con nadie. ¿O si?

Yo no me caso con nadie. ¿O si?
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El momento de comprar la primera réflex digital es un paso muy importante. Cuando la gente me pregunta sobre qué cámara comprar, especialmente cuando es una réflex, siempre recomiendo que nos paremos a pensar sobre nuestra fotografía y sobre nuestras inquietudes a largo plazo, elegir una marca no es una cuestión menor.

Para una marca de cámaras fotográficas, lo más difícil es captar al cliente primerizo, al que se acaba de comprar su primera cámara. A partir de ahí, todo es más fácil.

Y es que los aficionados a la fotografía son como los aficionados del fútbol, y una vez que entras a formar parte de un equipo, no es fácil salir de él.

La comunidad y el subjetivismo

nikon vs canon

Y es difícil por varios motivos, el primero de ellos es que normalmente entras a formar parte de una comunidad, ya sea de Canonistas, de Nikonistas, de Olympistas o de la marca que sea, que normalmente defenderán su marca a muerte, y que rara vez reconocerán las virtudes del contrario. Entrar en una comunidad de Canon y que te recomienden una Nikon es prácticamente una utopía, y viceversa claro, lo menos que te puede pasar es que te llamen hereje.

Total, que te encuentras inmerso en una especie de burbuja ideal donde, a pesar de que en muchas ocasiones la mayoría de las discusiones son por los problemas en uno u otro sentido con las cámaras de su marca, pocas personas son capaces de sacar la vena objetiva sin tener en cuenta marquismos y demás orgasmos en función del color del objetivo.

Yo, que suelo ser bastante crítico con cualquier cosa que me compro, me sorprende ver como esto pasa en fotografía pero no pasa en otros campos. Curioso cuanto menos.

El equipo, sólo para tu marca

Nikon vs canon

El segundo motivo con que las marcas consiguen atar usuarios es el de siempre. Al igual que pasa con las impresoras y sus tintas, e incluso recientemente con las cafeteras y sus cápsulas, aquí nadie aboga por la estandarización. Cada uno tiene y vende lo suyo.

Digamos que te da por probar con una réflex de Canon y empiezas a comprarte objetivos, flashes, etc, etc. Total que te gastas un dinero curioso en complementar a tu réflex. Y resulta que Nikon saca una réflex que te encanta. ¿Qué pasa? pues que excepto el trípode y la tarjeta de memoria (con suerte) poco vas a poder aprovechar de tu equipo actual. Te toca venderlo todo y empezar de nuevo, probablemente perdiendo una cantidad considerable de dinero.

En definitiva, que elegir una marca, en fotografía réflex, no es una decisión baladí, no es como comprarte una tele, que cuando sale una mejor, la cambias y listo. Existe todo un submundo, el lado oscuro y el lado claro, como dicen por ahí, fuerzas y opiniones sesgadas que te atrapan, casi casi, como un matrimonio, y divorciarse, tiene sus consecuencias.

Personalmente es algo que intento que no me afecte, actualmente uso un equipo de una marca y cuando considere que debo cambiar por que otras marcas me ofrezcan lo que busco en ese momento lo haré, pero tampoco es mentira que cada día me encuentro con gente que no es capaz de ver más allá del logo de su marca, lo cual me parece un poco triste.

¿Y tú? ¿te consideras atado a tu marca?

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