Panasonic GX1: cómo no cubrir expectativas con una cámara excelente

Panasonic GX1: cómo no cubrir expectativas con una cámara excelente
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Tras las correspondientes oleadas de rumores y filtraciones (ya no se entiende un lanzamiento sin ellos), ya tenemos la nota de prensa oficial de la Panasonic GX1, que inaugura la gama alta de Leica-likes de la marca, un campo que se había perdido en un punto entre la GF1 y la GF2.

Al primer vistazo llaman la atención sus principales bazas: un buen juego de controles físicos (con varios botones personalizables y pantalla táctil), una empuñadura prominente y con aspecto de ofrecer buen agarre, y el nuevo 14–42 X, que le queda como un guante: un auténtico peso pesado en tamaño de compacta.

Por dentro la cosa no pinta tampoco demasiado mal, con el mismo sensor de 16 megapíxeles que ya monta la Panasonic G3, aunque como es habitual se asegura una mejora en rendimiento, especialmente en las sensibilidades más altas (no en vano, se han lanzado a ofrecer nada menos que 12.800 ISO). En cuanto al vídeo, nada que objetar: FullHD a 60fps, micrófono estéreo, y AVCHD.

Todo en esta cámara huele a la clásica GF1, su auténtica predecesora, y eso es una gran noticia: no en vano, para muchos aquella fue una cámara mítica, que armada con su 20mm f1.7 se convirtió en el primer toque de atención al mundo réflex y telemétrico, abriendo los ojos a profesionales y amateurs de todo el mundo.

Panasonic GX1

A partir de aquí, continúan las novedades: a la ráfaga estándar de 4.2 tomas por segundo (suficiente pero no destacable) se une una más potente de 20 tomas por segundo, aunque por supuesto tiene truco: la resolución bajará a 4 megapíxeles, y nos veremos forzados a tirar en JPG.

Mucho más interesante es el nuevo visor electrónico de la marca, el LVF2, de 1.4 megapíxeles, y orientable hacia arriba en un ángulo de 90 grados (muy parecido a su equivalente en Olympus). Como siempre, ocupará la ranura del flash y accesorios, lo cual no es demasiado problemático ya que la cámara cuenta con un pequeño flash integrado.

El sistema de enfoque es rápido, a la altura de las últimas cámaras de Panasonic, y podemos controlarlo a través de su pantalla táctil, pulsando para enfocar o directamente para lanzar la foto, muy al estilo de lo que veíamos hace poco en el análisis de la Olympus E-P3, con la que compite cara a cara y comparte muchas características. En este caso, además, tendremos a golpe de dedo muchas más opciones más allá del enfoque.

Llegados hasta aquí, os estaréis preguntando el por qué del titular: la cámara realmente promete, y el precio no nada es descabellado (649€ con el 14–42mm tradicional, y 799€ con el más que recomendable “X”), pero dos competidoras ya existentes han frenado la euforia por esta presentación.

La primera es la poderosa Sony NEX–7, lo más de lo mas en CSC: partiendo de que no es justo comparar el precio ni las características de ambas cámaras, podríamos decir que la bestia de Sony ejemplifica lo que los usuarios de Panasonic esperaban: una cámara de gama alta pequeña pero con visor integrado, focus peaking, y los dos clásicos diales bien visibles y accesibles.

A día de hoy, éste es el hueco que aún falta por cubrir en el mundo micro 4/3. Como referencia, el tamaño de la Sony con el 18–55mm es perfectamente equiparable al de la GX1 con el 14-42mm estándar.

La segunda competidora se queda en casa: la Panasonic GH2, y su ya casi mítico sensor, que por algún motivo los japoneses siguen guardando para esta cámara como un pequeño tesoro. Muchos usuarios del sistema no comprendemos cómo, pasado ya un año del lanzamiento de esta cámara, seguimos conformándonos con las sobras en el resto. No es que el resto de sensores del formato sean malos o no hayan evolucionado, pero ya es hora de perder la exclusividad en este elemento.

La GX1 debería tener ese mismo sensor, y es difícil justificar que esto no haya sido así. Claramente, Panasonic quiere forzar a que la GH2 siga siendo el tope de gama de manera artificial, y posiblemente esto les funcione comercialmente a las mil maravillas, pero se están jugando la simpatía de sus fans más acérrimos.

Sea como sea, la GX1 se planta de golpe como una de las opciones más apetecibles del mundo CSC, pero nos plantea una cuestión que a día de hoy no sabría resolver: si algún día Panasonic saca un clon de la NEX7 con corazón micro cuatro tercios, ¿será una GH3 o una GX2? Sólo el tiempo lo dirá.

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