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¿Cómo proteger tu cámara en invierno?

¿Cómo proteger tu cámara en invierno?
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Si hace unas semanas os dábamos algunos consejos para mejorar vuestras fotos en invierno, hoy os proponemos algunos trucos para que vuestra cámara no sufra más de la cuenta en estas condiciones tan adversas, como son el frío.

El frío no sólo puede afectarnos a los humanos, sino que también puede influir negativamente en nuestro equipo fotográfico, como la cámara de fotos o los objetivos.


Compra una batería de repuesto

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Para empezar, una de las cosas de las que primero nos percataremos si hacemos largas sesiones de fotos en invierno, es que nuestra batería dura menos. Esto es debido a la estructura interna de esta, ya que las bajas temperaturas hacen que su tecnología de Iones de Litio funcione peor y por eso ofrezcan menos autonomía. Esto no significa que nuestra batería pierda este rendimiento para siempre. Cuando la temperatura ambiente suba, volverán a durar tanto como siempre.

Es por esto que os aconsejamos comprar otra batería para la cámara. No hace falta que sea una oficial de marca. Con una clónica puede funcionar muy bien y además son bastante más económicas que las oficiales. Por Internet tenemos sitios como Deal Extreme o Ebay para perdernos entre infinidad de modelos y marcas.

Para esa batería de repuesto que nos compremos, lo mejor será llevarla en el bolsillo y no en la mochila; por una sencilla razón: porque nuestro cuerpo emite calor y éste ayudará a la batería a no perder carga.

Abrígate las manos

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Además de pensar en proteger nuestra cámara, también debemos pensar en protegernos a nosotros mismos. Una de las partes que más se descuidan en este aspecto son las manos. Siempre van al descubierto y son las que peor lo pasan.

Aquí no os vamos a aconsejar qué cremas usar para evitar que se nos agrieten. Sin embargo, sí que os recomendamos que uséis unos guantes especiales para fotografía. O al menos que sean antideslizantes en la zona de la palma de la mano. Lowepro tiene en su catálogo unos guantes específicos para este menester. El problema es su precio, que ronda los 40 Euros. Sin embargo, existe una solución mucho más barata. Podremos encontrar unos guantes de estética similar en Decathlon por unos 3 Euros. Sin duda un precio mucho más atractivo. Por lo que comentan, son perfectamente válidos aunque no sean “de marca”.

Si nos hacemos con unos guantes, nuestras manos permanecerán calientes, lo que se traduce en que podremos manejar la cámara mucho mejor y éstas no nos temblarán, por lo que nuestras fotos probablemente mejoren.

Protege la cámara

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A no ser que hagamos fotos bajo la lluvia o mientras nieva, este consejo no es necesario que lo llevéis a cabo. Sin embargo, si os gusta mojaros cámara en mano, es mejor que la protejamos. Ya os hablábamos en su día de taparla con una simple bolsa de basura.

Si somos más perfeccionistas, podremos agenciarnos con un kit especial para proteger cuerpo y objetivo ante inclemencias meteorológicas. Sin embargo, si las condiciones no son muy extremas y nuestra cámara lleva un cuerpo sellado (como es el caso en algunas réflex de gama alta) no necesitaremos estos aparatosos accesorios.

Evita la condensación interna de la cámara

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Lord V

La condensación es un fenómeno que se produce cuando hay un cambio brusco de temperatura. Donde más se nota el efecto es en los cristales. Lo peor es que este mal se produzca dentro de nuestra cámara y que ésta pase a mejor vida.

La condensación que se genere en su interior puede dar lugar a un cortocircuito interno. Aunque esto es un caso extremo, lo que sí es bastante más probable es que se empañe el objetivo y nos “quedemos sin cámara” durante un buen rato, hasta que éste se desempañe.

Así que si queremos evitar la condensación en nuestra cámara, lo mejor es que la guardemos en la funda antes de entrar a interiores. En general siempre que nos sea posible, guardaremos la cámara en la funda. Cuanto más tiempo esté en la funda, las posibilidades de condensación se reducirán. Una vez dentro, lo mejor es que no saquemos la cámara de la funda hasta pasadas dos horas, para que así pueda adaptarse a la temperatura interior de forma gradual.

Imagen de cabecera | Flickr
Vía | Comparte tus recuerdos

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