HOY SE HABLA DE

Pérdida de calidad al girar las fotos

Pérdida de calidad al girar las fotos
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Siempre se habla de que debemos esforzarnos al máximo para hacer las fotos en el momento del disparo y dejar el mínimo trabajo posible para el postporcesado.

Muchas veces ponemos el mayor empeño en medir bien la luz, realizar un enfoque correcto y utilizar unos parámetros adecuados y dejamos para luego el tema de la composición, total, un ligero recorte o reencuadre en el postproceso no es pecado y se hace muy fácilmente.

Pues sí, es cierto, pero también es cierto que si hacemos un reencuadre en el que necesitemos girar nuestra imagen, ésta perderá algo de detalle por el camino. Vamos a verlo con unos sencillos ejemplos.

¿Qué me estás contando?

Eso decía yo hasta que me decidí a hacer las pruebas y verlo con mis propios ojos. Es tan fácil como abrir cualquier fotografía en nuestro programa de edición habitual y hacer un zoom lo suficientemente potente como para que nos permita ver la imagen pixelada.

Ahora nos vamos a una zona de la imagen que tenga un contraste fuerte de líneas o colores, donde se vean bien diferenciados los píxeles de uno u otro color:

original.jpg

A continuación duplicamos la imagen, para poder compararla, que si no no tiene gracia, y vamos a la herramienta rotar y le damos un valor de 45 grados. Ampliamos la imagen a la misma escala que la original y las comparamos:

1x45.jpg

Podemos observar claramente que en la segunda imagen los bordes están mucho menos definidos por lo que estamos perdiendo nitidez en la imagen.

No siempre pasa

Pero esto no ocurre siempre, cuando hacemos un giro de 90, 180 ó 270 grados de una sola vez, la imagen se ve sin ningún tipo de alteración en su nitidez sobre el original:

4x90.jpg

en esta imagen se han hecho cuatro rotaciones de 90 grados y la calidad sigue siendo exactamente la misma que en el original

Y alguien puede decir: vale, entonces vuelvo a girar la imagen los mismos grados en sentido contrario y la dejo como estaba… o: vale, entonces completo el giro de la imagen hasta llegar a los 90 ó 180 grados y asunto arreglado…

Pues no es así, ya que la imagen cuando se rota en un ángulo que no sea múltiplo de 90 grados, se degrada irremediablemente y aunque luego la reposicionemos al origen o le sumemos otra para conseguir los 90º, no volverá a tener la misma calidad que al principio:

2x45vs1x90.jpg

la imagen de la izquierda se ha obtenido haciendo dos giros consecutivos de 45º, mientras que la de la derecha se ha hecho con una sola rotación de 90º

El ejemplo lo deja bien claro, ¿no?

¿Cuál es la causa?

Pues la causa de este efecto no es otra que la interpolación. Interpolar es, según el DRAE: Calcular el valor aproximado de una magnitud en un intervalo cuando se conocen algunos de los valores que toma a uno y otro lado de dicho intervalo. Y esto es lo que ocurre cuando se gira una imagen, que el programa debe “inventarse” píxeles nuevos que no estaban en la imagen original y en consecuencia se pierde calidad de imagen.

Espera un momento, pero si yo sólo he girado la imagen sin tocar el tamaño, se supone que una imagen se interpola cuando se cambia el tamaño y hay que rellenar los píxeles que faltan…

Pues es cierto a medias, la imagen no ha cambiado de tamaño, pero ¿qué ha ocurrido con los píxeles?

Los píxeles son cuadrados que están perfectamente alineados con los bordes en la imagen original, ancho y alto. Al ser cuadrados si los giramos 90 ó 180 grados siguen teniendo los lados alineados con los bordes de la imagen. Pero si el ángulo de giro es distinto de un múltiplo de 90 grados, los píxeles cuadrados originales adquirirían un ángulo imposible ya que sus lados tienen que seguir siendo obligatoriamente paralelos a los bordes de la imagen.

Entonces loS píxeles originales son obligados a reposicionarse y para completar la imagen el programa interpola y genera nuevos píxeles similares a los que tiene más cerca. El resultado es bastante parecido al original, pero si lo observamos ampliado vemos claramente que los bordes han perdido la nitidez inicial y se ven más difuminados.

Tampoco hace falta que juremos no volver a girar una imagen en nuestra vida fotográfica, pero esta puede ser una excusa más para esforzarnos a la hora de tomar la fotografía e intentar dejarla lo más perfecta posible antes de meternos con el procesado.

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