Sobreexposición intencionada o exposición a la derecha: qué es, cómo usarla y cuándo utilizarla

Sobreexposición intencionada o exposición a la derecha: qué es, cómo usarla y cuándo utilizarla

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Sobreexposición intencionada o exposición a la derecha: qué es, cómo usarla y cuándo utilizarla

«Expón correctamente». Esta es una de las máximas que todos solemos asumir cuando damos nuestros primeros pasos en el mundo de la fotografía, y nos incita a equilibrar la apertura, la velocidad de obturación y la sensibilidad para obtener la exposición correcta en nuestras instantáneas. Sin subexponer, ni sobreexponer. Sin embargo, hay escenarios en los que sobreexponer no es perjudicial. Es más, hacerlo intencionadamente puede ayudarnos a recabar más información y sacar más partido al sensor de nuestra cámara, con la mejora en la calidad de la imagen que esto representa. Y también podemos utilizarlo como un recurso creativo, por supuesto.

La sobreexposición intencionada, y bien aplicada, puede resultarnos de utilidad. Los anglosajones la conocen como ETTR (Expose To The Right), una sigla que podemos traducir como «exposición a la derecha», aunque en lenguaje coloquial suele utilizarse habitualmente el término «derecheo» del histograma. Porque, como veremos a continuación, consiste en esencia en eso, en colocar la curva del histograma en el margen derecho de este. En cualquier caso, esta técnica no es válida para todos los escenarios, y tampoco es interesante para todos los fotógrafos. Aun así, merece mucho la pena conocerla. Aquí tenéis sus claves.

Para esto sirve la exposición a la derecha

Antes de seguir adelante es importante que tengamos presente que el «derecheo» del histograma no es nuevo. Uno de los primeros autores que habló de esta técnica fue Michael Reichmann, y de eso hace ya más de una década, con la fotografía digital plenamente consolidada. Su objetivo es incrementar la relación señal/ruido, y, en consecuencia, reducir el nivel de ruido global, recurriendo a la sobreexposición controlada, sin recortar las altas luces.

También nos permite obtener una mayor gama tonal en las zonas oscuras, aunque para que este procedimiento funcione es imprescindible que durante el procesado de nuestras imágenes sobreexpuestas compensemos esa sobreexposición. Esto significa, sencillamente, que si hemos sobreexpuesto +1EV al disparar, tendremos que subexponer -1EV durante el revelado digital. De esta forma obtendremos un acabado final muy similar al que habríamos conseguido si hubiésemos expuesto correctamente.

Demosobre2 Imagen sobreexpuesta intencionadamente para obtener un mayor nivel de detalle en la montaña (la versión corregida es la fotografía que abre el post).

En lo que concierne al mapeo de tonos, la subexposición durante el revelado, si se hace bien, nos permite recuperar los tonos con mucha precisión, por lo que un observador apenas notará que hemos utilizado esta técnica. Y, como pretendíamos, el sensor de nuestra cámara recogerá más luz y nos ofrecerá esa mayor cantidad de información en las regiones oscuras de la que he hablado antes. Sin embargo, la exposición a la derecha también tiene sus detractores. La reproducción tonal es precisa, pero la del color no lo es tanto porque al actuar sobre la luminosidad durante la sobreexposición suelen producirse giros de matiz, que no son otra cosa que cambios en los colores más o menos intensos que están íntimamente ligados a la subexposición, o, en este caso, a la sobreexposición.

Histograma

Afortunadamente, es posible «derechear» el histograma sin alterar el color en la mayor parte de los escenarios de captura, pero este método es bastante complejo, por lo que lo abordaremos en otro post más adelante. En cualquier caso, los fotógrafos que prefieren exponer correctamente y no apostar en ninguna circunstancia por la técnica de la exposición a la derecha esgrimen un argumento bastante sólido: las cámaras modernas de más calidad tienen una relación señal/ruido muy buena, por lo que la principal aportación de este método deja de tener sentido. A menos que nuestra intención sea sobreexponer con una finalidad claramente creativa. Aun así, yo defiendo que merece la pena conocer esta técnica, de modo que cada uno de nosotros pueda probarla y decidir si le interesa utilizarla o no.

Algunos consejos para usarla con éxito

El «derecheo» es viable si disparamos en JPEG, pero si lo hacemos en RAW tendremos un margen de maniobra mayor al manipular durante el revelado digital la exposición y los ajustes de tono, por lo que os aconsejo que os decantéis por este último formato. Por otra parte, es bastante habitual recurrir a una velocidad de obturación relativamente prolongada para obtener la sobreexposición que buscamos, por lo que es una buena idea contar con un trípode que nos garantice que nuestra cámara tendrá una estabilidad total.

De hecho, mi siguiente sugerencia no es otra que proponeros que os decantéis por el valor de sensibilidad ISO nativo más bajo que admita vuestra cámara. Podemos compensar esta inferior sensibilidad incrementando el tiempo de exposición, y, si es necesario, actuando sobre el valor de la apertura, pero defendiendo la profundidad de campo que tenemos en mente. De ahí que resulte tan útil en estas circunstancias incrementar el tiempo de exposición.

Sobreexpo Fotografía correctamente sobreexpuesta con una clara intención creativa.

Por supuesto, no pierdas de vista el histograma de tu cámara. Una exposición correcta mostrará una curva habitualmente centrada en el histograma, pero en esta ocasión no es lo que buscamos. Ajusta la exposición hasta que la curva esté desplazada hasta el extremo derecho. Cómo no, si tu cámara tiene Live View, utilízalo. Te ayudará a afinar la exposición adecuada. Y, por último, ten presente que puede resultarte útil tomar varias fotografías con diferencias sutiles del nivel de la exposición. De esta forma durante el procesado podrás quedarte con aquella que te permita obtener un menor nivel de ruido y una reproducción del color más precisa.

«Derechea», pero sin abusar

Como os decía al principio del post, la sobreexposición intencionada no es útil en cualquier escenario de captura, y tampoco es apta para todos los fotógrafos. Si no te sientes cómodo ajustando la exposición durante el revelado y manipulando las herramientas de afinado del color y el tono, es posible que esta técnica no sea la idónea para ti. ¿Cuándo puede interesarnos utilizarla? Sencillamente, en aquellas circunstancias en las que nos viene bien recuperar la máxima cantidad de información posible en las regiones oscuras, pero manteniendo el ruido bajo control. En cualquier caso, os sugiero que, si no la habéis puesto en práctica todavía, la probéis y saquéis vuestras propias conclusiones. Quién sabe. Quizás en el futuro os sintáis cómodos con ella, e, incluso, es posible que os saque de algún apuro.

Imágenes | Carol Yepes | Contrastly
En Xataka Foto | Consejos para sobreexponer en las fotografías y usarlo a nuestro favor

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